Dolor lumbar o hernia discal, son unas de las patologías más frecuentes en nuestra consulta.

– El 70-80% de los individuos pueden tener al menos un episodio de dolor lumbar en su vida. Es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y la segunda causa de baja laboral.
– El 90% de los casos de lumbalgia se atribuyen a alteraciones mecánicas de estructuras vertebrales.
– El 10% restante puede ser debido al síndrome radicular, secundario a hernia de disco, estenosis de canal lumbar, espondilitis anquilosante, dolor no orgánico o psicógeno y un grupo de enfermedades potencialmente graves, que sólo representan un 2-3% de los dolores lumbares pero que hay que descartar: tumores (0,7%), infección, fractura vertebral reciente y dolor referido visceral.

La lumbalgia mecánica se atribuye a alteraciones estructurales o sobrecarga funcional o postural de los elementos que forman la columna lumbar (pilar anterior vertebral, pilar posterior vertebral, ligamentos y musculatura paravertebral). Aunque estas alteraciones pueden estar implicadas en el origen de una lumbalgia, no hay una correlación clara entre la clínica referida por el paciente y la alteración anatómica encontrada por las técnicas de imagen.

Alteraciones en la biomecánica de los elementos vertebrales pueden llevar a un desequilibrio con sobrecarga de algunas estructuras y secundariamente a dolor mecánico. Así, alteraciones de la estática, desequilibrios musculares o sobrecargas músculo-ligamentosas pueden ser causa de lumbalgia mecánica

El término hernia discal se refiere a cuando el contenido del disco intervertebral sale hacia el exterior, más allá del contorno natural, pudiendo así ejercer presión sobre la raíz nerviosa en el receso lateral, a su salida de la columna y produciendo un dolor irradiado (radiculopatía) por el recorrido del nervio ciático.

El disco intervertebral se puede dividir en dos partes, un núcleo gelatinoso (núcleo pulposo) y una parte exterior fibrosa (anillo fibroso) que mantiene el núcleo en el centro del disco.
Si se forman fisuras radiales en el anillo fibroso, el núcleo puede empujar hacia fuera deformando el contorno del disco.
Esto se llama protrusión discal. Pero si cuerda demasiado, el núcleo pulposo puede llegar a salir hacia el exterior convirtiéndose en una hernia discal. No todas las hernias llegan a causar una radiculopatía del nervio ciático, sólo aquellas que por su tamaño o posición llegan a ejercer presión sobre la raíz del nervio.

Los síntomas de una hernia discal lumbar pueden ser variados, desde un dolor en la zona lumbar sin irradiación hasta un dolor irradiado a la pierna que puede venir acompañado de déficits neurológicos (hormigueo, pérdidas de sensibilidad, atrofia muscular, pérdida de fuerza y ​​pérdida reflejos musculares) que varían dependiendo del nivel lumbar de la hernia discal y la raíz nerviosa del nervio ciático que afecte.

Es importante señalar que no todos los dolores en la zona lumbar que se extienden hacia la pierna por el territorio del nervio ciático, son causa de una hernia discal.

Hay otras afecciones de la columna muy comunes que pueden causar un dolor referido al miembro inferior. Normalmente es causado por una lesión mecánica de la zona lumbar como por ejemplo un síndrome facetario, sacroilíaca o piramidal.

En el Centro de Osteopatía Granollers tenemos muchos años de experiencia tratando pacientes con lumbalgias, hernias discales, y otras afecciones de la columna vertebral.